Más información Telf. 93 201 98 56
Según un estudio del Instituto de Medicina Legal de Sevilla que se publica en la revista ‘European Heart Journal’, más del 3 por ciento de las muertes súbitas en el sudoeste español están asociados con el uso de la cocaína.
Los autores creen que sus descubrimientos pueden extrapolarse al resto de Europa, lo que indica que el uso de la droga se está convirtiendo en un creciente problema de salud pública en Europa y que no existe el uso recreacional “seguro” con pequeñas cantidades.
Los investigadores estudiaron las circunstancias que rodeaban una serie consecutiva de muertes repentinas entre 2003 y 2006. Durante las pruebas post-morten los científicos analizaron la sangre y orina en busca de sustancias tóxicas y estudiaron los órganos, centrándose en el sistema cardiovascular y el análisis toxicológico. También se recopiló información sobre el abuso de sustancias antes de la muerte, las circunstancias de ésta y las investigaciones en el lugar del deceso.
De las 668 muertes súbitas que se produjeron durante el período de estudio, un 3,1% de ellas estaban asociadas con la cocaína y se produjeron en hombres de entre 21 y 45 años. La mayoría de estas muertes asociadas a la droga se debieron a problemas cardiacos y vasculares asociados.
Los autores señalan que cualquier cantidad de droga puede considerarse tóxica dado que algunos pacientes se muestran más o menos tolerantes. Los resultados también muestran que el 81 por ciento de los hombres que murieron después del consumo de cocaína también fumaban y el 76% habían bebido alcohol.
Tanto alcohol como tabaco se asocian con la enfermedad cardiaca y Lucena señala: «la combinación de cocaína con estos hábitos se puede considerar un cóctel letal que promueve el desarrollo de enfermedad cardiaca prematura».
Los autores concluyen que dado que el número estimado de adultos jóvenes europeos consumidores de cocaína es similar en España, Reino Unido e Italia, no existe razón para considerar que la mortalidad súbita asociada a la cocaína en estos países sería diferente a la de esta investigación. ( Fuente: European Heart Journal Advance Access published January 12, 2010)
Por otra parte se sabe que el consumo de cocaína, ocasiona otras complicaciones orgánicas, psíquicas y sociales, que resultan tan perjudiciales para el paciente, como su familia.
Dentro de las complicaciones cardíacas, destacan: las arritmias, miocarditis, miocardiopatía, endocarditis y pneumopericardio. Neurológicas: cefaleas, accidentes vasculares isquémicos y hemorrágicos, convulsiones, vasculitis cerebral y alteraciones motoras (tics motores y ataxia). Respiratorias: perforación del tabique nasal, hemorragia pulmonar y alteración de la función pulmonar. Sistema endocrino: ginecomastia (aumento de las mamas) en el hombre, impotencia, dificultades en la eyaculación, pérdida de la libido, y pérdida de peso. En las mujeres consumidoras puede aparecer amenorrea, infertilidad y galactorrea. En las embarazadas aumenta la probabilidad de aborto espontáneo, produce desprendimiento de placenta, disminuye la oxigenación del feto y se asocia a múltiples anomalías congénitas. Gastrointestinales: dolor abdominal agudo, que puede evolucionar a la perforación intestinal por isquemia, pancreatitis agudas. Renales: fallo renal agudo y rabdomiolisis. A nivel psíquico: destacan la paranoia y alucinaciones en el contexto del consumo, así como problemas de memoria, cambios de humor, irritabilidad, apatía, desinterés por las actividades normales, depresión y en ocasiones estados de agitación y violencia, así como delirios celotípicos (celos patológicos e incomprensibles) y de persecución (creen que todo el mundo está contra ellos). También pueden aparecer conductas antisociales y la esquizofrenia en sujetos predispuestos.
Por otra parte el deterioro de la actividad laboral, social y de las responsabilidades del sujeto, es frecuente y debemos saber que el consumo de cocaína conjuntamente con otras drogas (tabaco, cannabis, alcohol, heroína y otras) añadirá toxicidad adicional.
Como conclusión es importante tener presente que la cocaína puede afectar prácticamente todos los órganos de nuestro cuerpo y presentar múltiples complicaciones médicas.