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Cuándo sospechar consumo de drogas

La familia juega un importante papel en la detección de los consumos de drogas. Esto puede facilitar el abordaje rápido de la situación evitando que el problema llegue a tener consecuencias mayores. Pero, cuáles son los cambios que acontecen más frecuentemente en los jóvenes que consumen?

  • Los jóvenes que comienzan a consumir generalmente cambian a los amigos que siempre han tenido, por otros que consumen ya que ahora hace parte de este nuevo entorno. También es frecuente el cambio de hábitos y el descuido personal.
  • El llamado síndrome amotivacional es algo típico, esto es: ausencia de motivación por ninguna actividad de las tradicionales o de las que siempre ha compartido con su familia, comienza a aislarse de su grupo familiar.
  • Otro elemento que nos puede llamar la atención son los cambios en la «personalidad». 
Dependiendo del tipo de drogas -y el tipo de paciente- se producen diferentes cambios, pero es norma la aparición de angustia o enfado permanente.
  • La ausencia escolar es un buen termómetro de medida del inicio de consumo de sustancias.
  • Desaparición de objetos. 
Es común que en la casa de un joven que comienza a usar drogas comiencen a desaparecerse pequeños objetos, al inicio ni siquiera de tanto valor económico, otras veces inventan que los asaltaron o les robaron parkas, zapatillas, u objetos de valor.
  • Pupilas contraídas o dilatadas, ojos enrojecidos y/o pequeños, congestión nasal, etc. son algunas de las manifestaciones visibles que pueden darnos indicios de consumo de sustancias, con el uso de ciertos estimulantes hay contracción pupilar, sudoración de manos y/o irritación nasal.
  • Alteraciones en el apetito, peso corporal o sueño. 
Este es otro de los aspectos importantes para una detección precoz, a pesar que hay que tener en cuenta que los adolescentes son voraces y comen en demasía, pero el comer mucho puede ser resultado del consumo de marihuana en la mayoría de los casos abre el apetito, sin necesariamente subir de peso. El consumo excesivo de bebidas alcohólicas produce aumento de peso por el gran aporte calórico que significa el alcohol mismo. La cocaína y anfetaminas en cambio son anorexígenos, esto quiere decir que quitan la sensación de hambre, por lo que normalmente el joven baja de peso.
  • El sueño también se ve alterado ya que por lo general el consumidor de drogas duerme mal o no duerme, también sucede que cambia los días por las noches invirtiendo los ciclos normales de sueño vigilia.

Es importante tener en cuenta que estos cambios no necesariamente significarán consumo o dependencia. Esto es un guía orientativa que nos puede alertar de cuándo pedir ayuda. Lo más importante en todos los casos es mantener un dialogo abierto y fluido con los adolescentes desde un rol adulto.


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Publicado en Adicciones Adolescencia Familiares General