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Cuando una persona decide hacer el paso de adentrarse en el proceso de abandonar su adicción ocurren en ella varios cambios conductuales, emocionales y físicos.
La persona en cuestión deberá generar cambios en su día a día, en sus rutinas, en su entorno, vivirá diferentes emociones y su estado de ánimo variará, pero también sufrirá cambios físicos.
El cuerpo debe ajustarse a la nueva situación sin sustancia.
Cuando la persona consume, su química cerebral se altera por este consumo, de forma que, cuando decide dejar de consumir, esta química debe ajustarse para volver a funcionar con normalidad.
Durante esta recuperación temprana, se puede experimentar síntomas depresivos, baja energía, problemas de sueño, dolores de cabeza y ansiedad. Estos síntomas son parte del proceso y se pueden ayudar a gestionar a través de una buena dieta, ejercicio físico, dormir adecuadamente, relajarse y realizar actividades agradables.
Es importante que al principio de la recuperación la persona entienda el por qué aparecen estos cambios mencionados, para ello podemos explicar que estadios existen en la recuperación de una adicción:
– Estadio de Abstinencia va de 1 a 2 semanas.
Se experimentan síntomas difíciles. Estos están relacionados con el tipo de sustancia, la cantidad, la frecuencia y el patrón de consumo de esta.
– Estadio de Abstinencia Temprana (Luna de Miel) à de 2 a 4 semanas tras abstinencia.
En esta fase los y las pacientes suelen sentirse bien y con mucha energía, puede aparecer la falsa creencia de “haberse curado” y puede haber abandono de tratamiento. Es importante tener en cuenta que el cerebro sigue ajustándose y que pueden aparecer también síntomas como problemas para concentrarse, ansiedad o problemas de sueño.
– Estadio de Abstinencia Prolongada (El Muro) à de 3-4 meses tras la abstinencia temprana.
Se define por una etapa de tristeza, cambios emocionales, irritabilidad, dificultad para concentrarse, baja energía y falta de entusiasmo general que son resultado de cambios químicos cerebrales. Pueden aparecer deseos de consumo o craving por lo que es importante seguir trabajando en la abstinencia.
– Estadio de Reajuste à de 2 meses tras la abstinencia prolongada.
En esta fase el cerebro se ha recuperado mucho. Ahora hay que seguir trabajando para mantener los cambios realizados y mantener un estilo de vida libre de tóxicos.
En nuestro consulta externa trabajamos para acompañarte y ofrecerte recursos en el proceso de recuperación. De este modo, te ayudamos y guiamos para garantizar una recuperación satisfactoria.
Si te has decidido y crees que es el momento de generar este cambio en ti, pídenos cita:
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A menudo cuando escuchamos la palabra adicción rápidamente nos viene a la cabeza una sustancia como el alcohol, la cocaína, el tabaco o la marihuana. Más allá de las adicciones a las sustancias encontramos las adicciones denominadas como conductuales. Cuando hablamos de este tipo nos referimos a cuando una conducta que a primera vista parecería inocua o normal se vuelve dependiente para la persona, como por ejemplo jugar a los videojuegos o hablar por el teléfono móvil.
Diversos estudios científicos han destacado las adicciones conductuales o comportamentales muy similares a las adicciones a sustancias, destacando así criterios de diagnóstico como puede ser la abstinencia o los circuitos cerebrales implicados en ellas. Este tipo de adicción parece ser notable y cada vez más presenciada en nuestro día a día.
Existen diversos tipos pero las más frecuentes son:
Las consecuencias que suelen aparecer dependen del tipo de adicción del que se esté hablando, pueden ser diversas y algunas de ellas graves:
Cuando la persona empieza a presenciar un malestar significativo o cuando la conducta le limita e interfiere en su actividad diaria y en sus tareas cotidianas debe valorarse una posible adicción.
Además de esto si la persona experimenta tolerancia (necesidad de aumentar la frecuencia en que realiza la conducta para sentirse bien), sensación de pérdida de control (no poder parar de hacer la conducta o miente a las personas cercanas (pone excusas u oculta su conducta) también son signos de alarma que indican una posible adicción.
Si sientes que parte de esta información puede dar explicación a lo que estás sintiendo, es el momento de pedir ayuda para poder sentirte mejor. En nuestro centro de visitas externas, Centro Bonanova ofrecemos un servicio psicológico y psiquiátrico especializado en adicciones de todo tipo a través de terapia individualizada y grupal para poder ayudarte a poner solución a todo el malestar que estás sintiendo. No dudes en contactar con nosotros para más información a 932019856 e iniciar tu camino hacia el bienestar físico y psicológico .
Contrariamente a las ideas extendidas en nuestra sociedad, una adicción no refleja una debilidad o una falta de voluntad del individuo que la padece. Con esto queremos decir que las sustancias adictivas actúan sobre el sistema cerebral, lo invaden y modifican su funcionamiento.
En otras palabras, cuando hay una adicción es cuando el cerebro ha sufrido de perturbaciones complejas de sus mecanismos, lo que acarrea una pérdida de control del comportamiento. Estamos hablando entonces que una adicción es una enfermedad psiquiátrica y neurológica que requiere considerarse y ser tratada como tal.
Las drogas habituales de consumo son el alcohol, el tabaco, el cannabis, la cocaína y, a nivel comportamental, las tecnologías y el juego principalmente.
La adicción es una enfermedad el sistema nervioso delante de la cual no somos todos iguales algunos son más vulnerables que otros. Para superar una adicción es necesario la intervención de un equipo multidisciplinar, el apoyo de la familia y, habitualmente, requiere una desintoxicación hospitalaria. En nuestra clínica, durante los ingresos, se fomenta la reconstrucción del individuo y su deshabituación trabajando tanto con el él/ella como con la familia.
“Quiero leer, quiero sentirme mejor”, es uno de los mensajes más importantes de la Biblioterapia. Se trata de uno de los recursos terapéuticos más utilizados para la salud mental.
Los terapeutas tratan de que las obras a leer sean adecuadas al momento vital que el paciente atraviesa y a sus necesidades. De manera que al biblioterapeuta le interesa que el paciente pueda ver reflejado su problema y visionar, eventualmente, soluciones para sí a través de la obra que está leyendo.
Se requiere capacidad de comprensión y tiempo para leer; una de las actividades en los ingresos hospitalarios suele ser ésta.
¿Qué es una cura de desintoxicación?
La decisión de parar de beber es el primer paso cuando se constata que hay una dependencia al alcohol
La cura de desintoxicación permite pasar más fácilmente el periodo de abstinencia alcohólica con la ayuda médica y psicológica apropiada
Una cura de desintoxicación en clínica, permite ayudar a las personas a encarar los síntomas de abstinencia en el seno de una clínica o de un hospital; el ingreso dura alrededor de 3-4 semanas.
Durante la cura el paciente aprende sobre su adicción, desarrolla mecanismos para sobrellevar el riesgo de recaída y se trabaja, asimismo, con la familia y el entorno para ayudar a la comprensión de la enfermedad.
¿Porqué hospitalizarse?
El síndrome de abstinencia alcohólica es una fase muy delicada, algunas personas tienen síntomas impresionantes y difíciles de sobrellevar como es el caso del Delirium tremens; además pasar la abstinencia en el domicilio a veces puede ser poco abordable como por ejemplo en el caso de grandes bebedores,de personas que viven solas, personas depresivas o personas que ya han intentado dejarlo y han recaído, personas que presentan síntomas físicos por el consumo de alcohol, desde las náuseas matutinas como el hormigueo o rampas nocturnas en las piernas
Para iniciar una desintoxicación el paciente debe desearlo y los profesionales trabajamos también estos aspectos motivacionales.
En Centro Bonanova (tratamiento ambulatorio) y Clínica Galatea (hospitalización) somos especialistas en estos abordajes
Casi todos nosotros vivimos el confinamiento como una experiencia inédita que nos conduce a generar nuevas relaciones con los niños, quienes se encuentran privados de escuela, relaciones y ocio. De hecho, con el confinamiento los padres deben redoblar la atención que brindan a sus hijos.
Es importante comprender que los niños abordarán la situación del COVID-19 de modo diferente de acuerdo con su edad. Por ejemplo, los lactantes podrán ser los menos afectados (siempre y cuando reine la armonía en casa); mientras que el resto de los niños verán reducida su estimulación en general.
El confinamiento por el COVID-19 puede provocar en los niños una serie de síntomas como: angustia, ira, fobias, trauma…
De hecho, uno de los aspectos que más pesa es la ausencia de socialización, el no ver a sus compañeros ni jugar con ellos. Es un cambio enorme de vida. Por ello, una solución para muchos de ellos es mantener contacto vía videollamadas o videochats.
Otro aspecto indispensable para regular los síntomas de nuestros hijos durante el confinamiento es la armonía familiar: “La armonía familia depende de la gestión que los padres hagan del confinamiento, la actitud positiva, la serenidad, el humor, la buena comunicación. Son ‘vacunas’ contra la angustia. Los adultos debemos trabajar sobre nuestro estrés para tratar de no transmitírselo.”
Es importante ser sincero con los chicos. A partir de los 2 y 3 años, los niños son capaces de entender casi todo. Hay que tratar de explicarles la información de modo ajustado a su edad. La incertidumbre puede generarles pesadillas y reforzar la fragilidad emocional. Usemos palabras simples y concretas adaptadas a su edad y brindarles confort.
Esta etapa de repliegue también es una oportunidad para estrechar lazos con ellos. Se puede aprovechar para:
Es recomendable estar atentos a los problemas de sueño, inquietud, angustia y cambios en la conducta alimentaria. Si esto llega a suceder, es necesario antes que nada tratar de hablar con un profesional. De hecho, las sesiones por videoconferencia brindan un apoyo muy importante y útil.
En tiempos del tema del Coronavirus, la ansiedad y otras emociones fuertes pueden salirse del control de nuestras manos. Por ello hemos escrito una lista de consejos y recomendaciones para tratar el confinamiento y el COVID-19 de manera que se minimice la ansiedad que genera:
En Dr. Sambola, Clínica de Rehabilitación, deseamos que esta sea una temporada de reflexión y aprendizaje durante el confinamiento y el brote del COVID-19. En caso de requerir de apoyo psicológico y terapéutico, llámenos al 93 201 98 56 o rellene nuestro formulario dándole click aquí.
Ciertas enfermedades mentales como las psicosis o las adicciones requieren, para su mejoría, el seguimiento fiel de cierto tratamiento psicofarmacológico.
En el caso de las esquizofrenias aludiríamos a los antipsicóticos, y en el de la adicción al alcohol, por ejemplo, pensaríamos en los interdictores al alcohol.
En estudios americanos han concluido que el hecho de no seguir adecuadamente la medicación (no adherencia) se traduce en más de 125 mil muertes y alrededor de 335 billones de euros anuales. Este problema según la OMS se traduce en que mejorar la adherencia tendría un impacto en la salud poblacional mucho mayor que el descubrimiento de cualquier tratamiento específico.
La Píldora Digital se aprobó por primera vez hace quince años para tratar la esquizofrenia, el trastorno bipolar y algunas depresiones Recientemente la FDA aprobó una nueva píldora, del tamaño de un grano de arroz, que integra un sensor digital que posibilita a los pacientes rastrear cuándo se han tomado su medicación y de qué dosis. Se trata de la Pildora Digital (Abilify MyCite)
El funcionamiento de la Píldora Digital (Abilify MyCite) es el siguiente:
El Dr. J. Lieberman, director de psiquiatría de la Universidad de Columbia (Hospital Presbiteriano de NY), comentó, en el New York Times, que le parecía ‘curioso’ que, de entre todos los fármacos, fuese precisamente el Abilify el fármaco elegio para contener un sensor rastreador; explicó las personas que padecen esquizofrenia pueden tener alucinaciones y paranoia y que era irónico que, precisamente a ellos que tienen alucinaciones se les diera este sensor, según la opinión de Lieberman. “ Es como un Gran Hermano biomédico”.
En conclusión, otros recordatorios menos invasivos como Apps y recetas electrónicas para recordar la toma de medicación pueden ser de momento más adecuadas.
Las conductas de consumo de sustancias o sin sustancias suelen comenzar como experiencias placenteras: desinhibición, experimentar sensaciones intensas, conseguir la sensación de cercanía interpersonal. Cuando ésta búsqueda ha alcanzado un carácter regulador, de alivio psíquico y adaptativo ya se habrá pasado al terreno de la adicción.
Una de las preguntas, en el caso de la adicción, más recurrentes en consulta de nuestros pacientes, que sufren por su enfermedad es:
“Por qué yo he desarrollado una adicción y otros que también salieron de fiesta y probaron drogas o jugaron a la Play Station no?
De todos es sabida la respuesta basada en el modelo bio-psico- social, la cual es sustancial y científica pero a veces queda distante y poco personalizada si no se profundiza en la dimensión psico- social.
Es necesario comprender y saber tratar la tendencia a la disregulación gestada desde el estilo de apego desarrollado durante la historia experiencial y relacional de la persona y desensibilizar esas memorias que apoyan la identidad asociada a “sentir/se”, la necesidad de validación insaciable, el ser silenciados, calmados o potencian la evitatividad ante las emociones, situaciones y /o conflictos.
Cambiar la experiencia no es posible en absoluto pero puede reprocesarse y desensibilizarse.
Asumimos el reto de un abordaje que se sumerge en el camino que entiende y alivia la necesidad de regulación; también es bueno abrirnos como terapeutas a sanear la propia historia psicotraumatizante que el consumo activo o el trastorno emocional vino a reforzar: “yo no sé sostenerme en este estado”.
El abordaje de las adicciones y/o el trastorno emocional a nivel profundo ha de estar vinculado a la comprensión y el saber tratar el estilo de apego seguro/inseguro/desorganizado, ambivalente que pueda tener la persona que sufre.
Éstos y otros horizontes nos ocupan para dar esperanza a la necesidad más básica del ser humano: “sentirnos seguros”
Los cigarrillos y otras formas de tabaco son adictivas. Y como toda adicción, para que se mantenga influye la dependencia de la vía de acceso, la forma de administración, el tipo y el grado de adicción. Es decir, dentro de los fumadores con mayor sintomatología de adicción son quienes consumen cigarrillos, pues al inhalar el humo absorben tres veces más nicotina que los que fuman pipa y puros.